Celaya, Gto., 14 de abril del 2020.- Sin duda que el espíritu de todo deporte es la competencia, el superar día a día lo que se hace en el terreno deportivo y por consiguiente la Liga de Desarrollo, que se pretende tape mínimamente el socavón que dejará la muerte del Ascenso Mx, al menos en Celaya no funcionará. Ante ello la única alternativa: fútbol de primera división.
Sin estar muy clara su operación, cómo suelen ser muchas cosas en el fútbol mexicano, de entrada el desinterés de aficionados y de patrocinadores, será mínima, lo mismo que para medios de comunicación.
Contrario para lo que puede significar para directivos, jugadores y ¿por qué no? Para los voraces promotores. Porque el fogueo de los jugadores será, en apariencia, el principal motivo de la Liga de Desarrollo; el que aquellos jugadores que no tengan cabida en la máxima división se fogueen en esa liga, el que los que vengan de categorías menores tengan oportunidad para seguir madurando.
Hasta ahí todo parece bien. Pero ¿el fútbol espectáculo?, lo atractivo para aficionados y patrocinadores no existirá, o se presentará en un porcentaje mínimo.
Tal vez con un modelo económico de exposición de marcas en tv y redes sociales pueda llamar mínimamente la atención de patrocinadores. ¿Pero de aficionados? Es casi imposible. ¿Será ésta la agonía del futbol profesional en Celaya? ¿Surgirán acertadas estrategias para que la Liga de Desarrollo llame medianamente la atención? O lo mejor: los actuales propietarios del Celaya, gente exitosa de negocios, ¿optarán por un equipo de primera división, conociendo que al menos en cinco años su inversión no estará en riesgo? Ojalá.