León, Gto; 11 mayo del 2020.- “Los próximos Juegos Olímpicos serán mis Juegos Olímpicos, llámese Tokio, llámese Paris, yo voy a estar ahí”; señaló enfática la nadadora más veloz de México, Liliana Ibáñez, quien se vislumbra en la justa más importante del mundo pese a la pandemia del COVID-19.
La nadadora aceptó que debido a la aparición del COVID-19, su programa de entrenamiento rumbo a Tokio 2020, se retrasó un año, sin embargo para ella este tiempo es favorable “esto llega cuando estaba mejor preparada. Ya estoy donde quería estar antes de mi operación, estoy de vuelta y todo es ganancia”.
“Todo se pospone un año y obviamente dentro de esta planificación nosotros nos vamos a adaptar”, aún cuando su fecha para dar marca a Tokio sería en el campeonato internacional de natación Mare Nostrum de Mónaco en el 2020, ajustan su programa de entrenamiento para dar la marca en noviembre o diciembre.
Liliana buscará su clasificación en las pruebas de 100 y 50 metros libres. Sus tiempos actuales son de 25’15 y 55’39, mientras que las marcas de FINA están establecidas en 24’77 y 54’38.
Aunque continúa firme en su sueño olímpico acepta que el confinamiento ocasionado por el COVID-19, la ha hecho reflexionar y aceptar en la posibilidad de que no se lleven a cabo los Juegos Olímpicos de Tokio, “no me queda más que abrirme a cualquier posibilidad porque es real. Yo creo que si se van a llevar a cabo los Juegos Olímpicos es porque no habría riesgo. Ni el Comité Organizador Internacional, ni las federaciones, ni nosotros nos arriesgaríamos. Si hay Tokio 2021 es porque va a ser seguro”.
Liliana Ibáñez, apenas hace una semana dejó la alberca como medida de protección. Sin embargo continúa la intensidad de su entrenamiento con spinning, gimnasio para mantener su fuerza y flexibilidad. El sueño olímpico, su equipo de entrenadores y su familia son la principal motivación de su entrega diaria.